jueves, octubre 21, 2010

La participación en las redes sociales y las elecciones: ¿Los seguidores representan votos?




Los venezolanos han llevado su quehacer político a las redes sociales y el caso de Twitter es bien interesante porque han logrado ubicar temas en las estadísticas mundiales, que en Twitter se denominan “trending topics”. Un ejemplo de ello fueron los mensajes publicados bajo la etiqueta o “hashtag” #freemediave y la de #franklinbrito, ambos punta de lanza de un debate político en Venezuela. 
También en las estadísticas de Twitter se puede apreciar la popularidad de los participantes por el número de “seguidores” que leen sus mensajes. En este sentido el presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez,  se convirtió en el venezolano más popular de Twitter cuando decidió participar  en abril de 2010 alcanzando a la fecha más de 800 mil seguidores.[1]
A nivel mundial Twitter posee para el 2 de septiembre de 2010, 145 millones de usuarios.[2] La empresa Comscore afirma que en Venezuela hay una penetración del 19 % [3] lo que lo ubicó entre los tres países de mayor crecimiento en Twitter durante el mes de agosto pasado. Comscore no incluye en sus estadísticas a aquellos que acceden desde los cibercafés y a través de un teléfono móvil, y dada la alta incidencia de este tipo de acceso entre los venezolanos, se puede asumir que la penetración es mayor.
El carácter público y la posibilidad de organizar y analizar los mensajes y el perfil de los participantes de estas nuevas redes sociales permite identificar tendencias y matrices de opinión de una manera rápida y oportuna como nunca antes y las estadísticas básicas se encuentran a disposición de todos los usuarios. Esa información es archivada por las empresas que mantienen las plataformas telemáticas y puede ser analizada estadísticamente. Incluso la Biblioteca del Congreso[4] de los Estados Unidos decidió almacenar la producción mundial de tweets públicos, es decir de los mensajes publicados en Twitter de las cuentas de usuarios abiertas a todo el que accede al servicio.

En estos nuevos espacios, experiencias recientes como la utilización de mensajes a través de las redes telemáticas  en España cuando el ataque con bombas al metro de Madrid en Marzo de 2004 para rechazar la versión oficial falsa que le costó las elecciones al gobierno de Aznar[5] o  las protestas de los disidentes en las elecciones de Irán en junio de 2009 a través del Twitter son una muestra fehaciente del uso político.
Pero, realmente, ¿todos esos participantes pueden tomarse en cuenta cuando se trate de contabilizar intenciones de voto? ¿Cuál es el verdadero impacto de los “trending topics”?